GYM, POCO PROPICIO...

Despues de un pequeño parentesis que me he dado con este fin de semana, tengo que decir, que mi tiempo de motora de Fitness ha acabado. Si si, como lo leeis, las cosas claras y el choco...ya sabeis. En fin, el caso es que el ambiente de trabajo no era propicio para mi costante actividad física y mi gran movimiento vital, por lo que no me compensaba sacrifinar el fin de semana con los amigos y perderme las fiestas que solemos organizar. En detrimento de ello, el equipo humano que formaba en el gimnasio, antes de mi llegada, no era del todo bueno (piques profesionles) y yo, mediadores de mi, no quería trabajar con ese tipo de tensiones. Así que, trabajaré como animadora de nuevo por las noches y quien quiera tener piques que los tenga, pero yo...¡¡PASO¡¡

Cambiando un poco, pero poco de tema, me sorprendió mucho una carta del lector que tuve el placer de leer el miercoles 23 de noviembre en el 20minutos.

El hombre evoluciona

Por fin se acuña un término que no es marica para aquellos hombres que cultivan sus cuerpos en gimnasios, cuidan su piel con lociones, portan gafas de sol ostentosas y de colores insultantes y prefieren no ver un pelo a lo largo de su anatomía. No pertenezco a esta clase de homres, pero me gusta ver cómo estamos evolucionando, como nos adaptamos a la rebelión femenina. Nuestra fisionomía sentimental se va asemejando a la de ellas, y esoa mí me encanta, porque ahora lloramos en los cines y no tenemos miedo a decir "te quiero" mientras acariciamos una mejilla, en vez de conducir un gran coche que nos ha pagado papá, hacer derrapar una moto cuando aún ni siquiera nos ha salido barba o tragar alcohol para que después un amigo con sentido común nos lleve a casa. No es el ser humano el que evoluiona, sino el hombre; la mujer lo hizo hace tiempo.

!!! NO EXAGEREMOS ¡¡¡

Y es que, despues de haber vivido tres fines de semana vinculada a este mundo, he podido ver el importante nivel de evolución de los hombres, sea de la edad que sea, preocupandose por esculpir su cuerpo hasta conseguir llegar a tenerlo como uno desea.