12 de agosto de 2005

CONSUMIRSE

Estas de repente un día en casa y no sabes qué hacer. Lo mejor que se te ocurre es meterte en la bañera, vestida casi de fiesta, y no pensar. Dejar que los pensamientos fluyan sin que nada ni nadie te estorbe. Vamos, lo mas normal del mundo. Has llegado a tal extremo de alucinación que, sin quererlo, te duermes tan profundamente, que no sientes nada. Te consumes. No sin antes pensar que tienes lo ojos apagados y algo los oculta sin tu querelo. Te sientes ida y ello te complace y consuela. Sueñas; sueñas que algo te sigue e ilumina un camino largo por recorrer y te dá pánico ¿Que es?. Solo tu sientes realmente el escalofrío que invade tu cuerpo y nadie a tu alrededor puede percibirlo.

Una vez cuerda, despiertas y te sientes aturdida, no sabes muy bien que ha ocurrido. Te cuestionas lo acontecido. Entonces te das cuenta de que todo ha sido algo real pero dificil de explicar, lo interpretas pero no de forma uniforme y clara. Te consumías, no sabías lo que te pasaba pero te estaba pasando. Abres los ojos y allí, a tu lado, todos. TE QUEREMOS, NUNCA TE DEJAMOS SOLA. Esos pánicos se van empequeñeciendo, nada hay que pueda con el poder de tu hermana. Te protegeré.

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